El ser humano fue creado a imagen de Dios con un cerebro sumamente capaz de llevarle a desarrollar su máximo potencial y vivir con propósito.
Antes éramos incapaces de usar nuestro cerebro para nada que tuviera que ver con Dios. Ahora, por la Palabra de Dios, eso ha cambiado. Podemos moldear nuestro cerebro y aprovechar nuestras neuronas, para acercarnos más a Dios y a su Palabra.
¿Cómo?
Se parte de esta formación online y conoce el diseño de Dios para el cerebro humano.